domingo, 9 de marzo de 2008

POESIA


MADRIGAL DEL CAZADOR SIN PRESA

Perdóname, Perucha,
por no haber vencido.
Por no traer entre los dientes la víctima cobrada.
Yo te pido perdón por no servir para ave de rapiña,
por ser, sólo un fabulador insolvente,
enamorado, Perucha,
de tu pan asequible